Análisis de Ori and the Blind Forest

18 marzo 2015 | Por AMarcos

Desde que vimos por primera vez Ori and the Blind Forest, nos dimos cuenta que Microsoft y Moon Studios estaban gestando algo muy grande, uno de esos títulos que cautivan tan sólo con verlos.

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A lo largo de los últimos meses, hemos ido viendo en los distintos vídeos y demostraciones que se estaba mimando su obra para ofrecer una experiencia única a los jugadores. Para ello, se apostaba desde el comienzo por un apartado visual deslumbrante que nos hacía sentirnos como dentro de un maravilloso mundo de cuento, con todos los elementos dibujados a mano como en las películas clásicas de animación de Disney. Además, se acompañaba de una magnífica banda sonora, en la que cada pieza se compenetraba a la perfección con lo que veíamos en pantalla en cada momento. Sabíamos también que nos encontrábamos ante un título de plataformas que intentaría innovar en su jugabilidad, ofreciendo para ello un reto considerable. Todo pintaba muy bonito, pero como suele suceder, hasta que no tenemos el juego con nosotros, no sabemos si se cumplirán todas las promesas y si se cumplirán todas las expectativas, que, en este caso concreto, eran muy altas por lo anteriormente citado. Pues bien, ya hemos podido dedicarle muchas horas al juego y podemos asegurar que estamos ante uno de los mejores indies de los últimos años. Pero aún más, en nuestra opinión, estamos ante uno de los juegos con más magia y atractivos de los últimos tiempos, una auténtica obra de arte que, además, se acompaña de una grandiosa jugabilidad. Bienvenidos a un mundo de fantasía donde sentimientos e historia se fusionan y atrapan al jugador desde la mismísima pantalla inicial del título.

Ori and the Blind Forest a fondo

Y es que a lo largo del año recibimos grandes juegos en los distintos géneros, pero son pocos los juegos que tienen el honor de calar hondo en los jugadores, que se convierten al instante en auténticas joyas que serán recordadas ya para siempre. En ese selectísimo grupo se acaba de situar Ori and the Blind Forest, un videojuego que ha superado holgadamente todas las altísimas expectativas que teníamos sobre él, pero ya no sólo por deleitarnos con su bella factura artística, sino también por ofrecer una jugabilidad estudiada al milímetro, con unas mecánicas y desarrollo difícilmente superables. Ori and the Blind Forest en profundidad Pocas veces un envoltorio tan bonito ha escondido en su interior un tesoro tan valioso como el que nos ofrece Moon Studios a todos los usuarios de Xbox One y PC. Una vez más, se demuestra que con buenas ideas, talento, mucho trabajo e ilusión se puede conseguir los más grandes títulos, aunque no se cuente con un presupuesto altísimo ni mucha publicidad. Todavía quedan estudios pequeños que, sin embargo, con sus obras consiguen hacer aún más grande el maravilloso mundo del videojuego. Muchas veces, los grandes estudios se centran en ofrecer grandes experiencias audiovisuales, pero dejando en un segundo plano el aspecto más importante de cualquier título: la jugabilidad. Este punto lo han tenido muy en cuenta sus creadores, a la hora de ofrecer justamente lo que a ellos mismos les gustaría jugar. De ahí que apostarán por un título de corte clásico en 2D, que fusiona plataformas, con un marcado estilo metroidvania, una sensación de frescura constante en su desarrollo con la inclusión de numerosas mecánicas y un apartado audiovisual fascinante. Con todos estos ingredientes, resulta imposible resistirse a una aventura que, además, nos tocará la fibra sensible como pocos títulos antes lo han conseguido. Estaremos deseando meternos de lleno en un bosque de fantasía, oscuro en un primer momento, pero que poco a poco irá recuperando toda su luz y encanto con nuestra inestimable ayuda. Muchos son los juegos que han buscado en los últimos tiempos romper las barreras que separan cine y videojuegos con el objetivo de ofrecer nuevas experiencias en las que la narrativa juegue un papel muy importante. Es, sin duda, una propuesta siempre interesante pero que, en muchas ocasiones, ha supuesto olvidar por el camino un apartado tan importante como es el jugable. Por fortuna, en Moon Studios tenían bien claro que narrativa y jugabilidad debían transitar por el mismo camino, pero alcanzando nuevas cuotas de calidad. El resultado es su primer título, que no podría suponer un mejor estreno para el pequeño estudio. Ori and the Blind Forest Ori and the Blind Forest es la culminación de las técnicas de narración, arte y mecánicas que se llevan incorporando a los videojuegos a lo largo de las últimas décadas. Y es que si algo tiene bueno el mundo de los videojuegos es que, a pesar de su corta historia, siempre se han ido introduciendo novedades y apostado por la innovación. Pero claro, se necesita mucho talento para llevar a buen puerto una obra del calibre del título que hoy analizamos. De hecho, este brillante plataformas con elementos de RPG nos provocará las mismas sensaciones que cuando disfrutamos por primera vez de grandes obras del mundo de los videojuegos como Zelda o Metroid. Parecen palabras mayores, pero Moon Studios ha conseguido con su ópera prima situarse a la misma altura que las dos citadas sagas. Ojalá este título sea también el comienzo de una nueva saga, que sin duda pasará a ser la favorita de muchísimos jugadores. Desde el primer momento, nos daremos cuenta que estamos ante una aventura que juega con nuestros sentimientos, que nos hace partícipes de las alegrías, tristezas, miedos y espíritu de lucha de su adorable protagonista. Como es norma en nuestros análisis, no os queremos desvelar casi detalles de la historia, ya que pensamos que siempre es mejor que cada jugador pueda descubrirla por su cuenta, y más en un juego que apuesta por una narrativa visual tan intensa y tan importante en su desarrollo. Lo que sí que os podemos contar es que asumiremos el control de Ori, un espíritu del bosque que afrontará un viaje que, al igual que a todos nosotros, le permitirá saber más sobre su finalidad en este mundo. Le tocará asumir el papel de héroe improvisado para salvar el bosque, su hogar. Seremos partícipes de la eterna lucha entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad. Nosotros deberemos salvar al gran árbol que da vida a todo el bosque, aunque por fortuna pronto contaremos con una ayuda inestimable. Ori and the Blind Forest, jugabilidad El comienzo del juego nos llegará al corazón y es hasta posible que nos provoque bastante tristeza (¿alguien ha hablado de lágrimas?), pero poco a poco, nuestro protagonista encontrará en su interior la fuerza que necesita para salvar este mundo de fantasía. Ori descubrirá que cuenta con mucho más valor y capacidad de superación de lo que se podría imaginar, por lo que a poco irá se irá haciendo más fuerte, convirtiéndose en la única esperanza para este bosque de fantasía. Después de los sucesos que llevarán la oscuridad a este vasto bosque, todo se teñirá de oscuro, siendo nuestro héroe la luz que irá recuperando el color y toda la belleza de este increíble mundo. El juego sabe crear sentimientos muy diversos en el jugador desde el comienzo: tristeza, esperanza, lucha, desesperanza, soledad o ilusión. Pocas veces nos habremos sentido más metidos en una aventura como en esta increíble obra maestra, que nos atrapará deprisa por su soberbia ambientación y una atmósfera que parece sacada de la mejor película de animación de corte clásico. El título de Moon Studios es el mejor ejemplo de que los videojuegos son una forma de arte más, que además permite mezclar diseño, expresión audiovisual y creatividad en una misma obra, con el aliciente extra que se permite interactuar al jugador con todos estos elementos. Ya desde el comienzo nos quedaremos perplejos admirando este cuento interactivo, esta obra de arte en movimiento que cobra vida delante de nuestros ojos y que, a cada paso, nos maravilla con una explosición de colores, luces y belleza sin igual. Si a todos esto añadimos unas animaciones asombrosas, unos efectos especiales portentosos y una banda sonora prodigiosa, pues ya os podréis imaginar que estamos ante algo muy grande, un título que todo jugador debería disfrutar, experimentar y vivir al igual que haríamos con la mejor película, el libro más apasionante o la pintura más bella. Ori and the Blind Forest, usabilidad Sin embargo, el gran acierto de Ori and the Blind Forest es no haberse quedado en una obra de arte y olvidado la jugabilidad. De hecho, la principal sorpresa que nos ha ofrecido la versión final es que estamos ante uno de los títulos más divertidos, adictivos y fascinantes de cuantos hemos probado, con un control exquisito, unas mecánicas sobresalientes, un diseño de los niveles sublime y una variedad continúa en su desarrollo. Todo ello se traduce en un apartado jugable que está al mismo altísimo nivel que el resto de elementos. Sin duda, un producto irresistible para cualquier amante de los plataformas con diseño metroidvania, ya que no estamos hablando de un desarrollo lineal, sino que en todo momento podremos movernos por entera libertad con el bosque, pudiendo retroceder para alcanzar zonas que se nos habían escapado o que estaban inaccesibles. Después de hacernos al control de Ori, que en un primer momento podrá poco más que desplazarse y dar pequeños saltos, la aventura nos invitará a perdernos por sus laberínticos escenarios. De hecho, con gran acierto, tendremos a nuestra disposición un mapa que nos permitirá localizarnos y explorar aquellas zonas que todavía no hemos descubierto. Además, posteriormente, al encontrar ciertas piedras podremos expandir las zonas oscuras del mapeado y localizar nuevos lugares interesantes. Al poco de comenzar conoceremos a Sein, una especie de criatura de luz con la que podremos atacar a las criaturas que pueblan ahora el bosque. Apretando el botón X, Sein comenzará a lanzar rayos contra los enemigos. Pero claro, los enemigos no dudarán en atacarnos, por lo que deberemos moveremos y saltar al mismo tiempo que atacamos. Una mecánica simple pero tremendamente adictiva. Ori and the Blind Forest, novedades Según vayamos derrotando a las oscuras criaturas enemigas del juego iremos incrementando un contador de energía. Una vez que alcancemos un nuevo nivel, podremos utilizar los puntos de habilidad ganados para obtener mejoras a través de un árbol de habilidades. Éste cuenta con tres ramificaciones, cada una de ellas centrada a un aspecto concreto: nuestro poder de ataque, el nivel de resistencia a los enemigos y la magia. Estas habilidades le dan un cierto componente rolero a la aventura, además de resultar de gran ayuda, ya que, a pesar de lo que pudiera pensarse, estamos un juego de una dificultad considerable que requerirá de toda nuestra habilidad y reflejo. Además, a lo largo de la aventura encontraremos determinadas esferas que nos concederán nuevas habilidades como escalar paredes, realizar dobles saltos, propulsarnos sobre enemigos… Sin duda, otro gran acierto, ya que gracias a estas técnica podremos acceder a zonas previamente inalcanzables o encontrar caminos secretos con tesoros. Este sistema de progreso permite también que en todo momento se mantenga la capacidad de sorpresa en el jugador, añadiendo nuevas mecánicas y ofreciendo un desarrollo muy variado a lo largo de toda la aventura. Y como iremos detectando, la curva de dificultad está muy bien estudiada para que estas nuevas habilidades sean claves en nuestro avance. Ori and the Blind Forest, fantasia El sistema de guardado también nos ha encantado. Lejos de ofrecernos mil puntos de guardados como en otros títulos, son pocos los puntos en los que podremos hacerlo. Pero, además, se permite que el jugador pueda guardar en cualquier punto, pero claro, sabiendo que para ello deberá hacer uso de una esfera azul, que lo mismo podremos necesitarla para abrir una puerta cercana. Por lo que seremos nosotros los que deberemos decidir si deseamos arriesgar o, por el contrario, vamos a lo seguro. Todo ello sumado a qué nunca sabremos lo que nos espera delante. Lo mismo estamos cerca de un enemigo peligroso o una zona especialmente complicada. En definitiva, un título de la vieja escuela, que lejos de tratar al jugador como un mero espectador, le reta a un gran desafío. Sin embargo, que nadie se asuste, ya que no estamos ante un juego imposible, difícil, pero que nos motiva a probar una y otra vez hasta superar ese punto que se nos atraganta. Las muertes serán una constante, pero el juego es tan adictivo, que a pesar de la desesperación de algunos momentos, no dudaremos en volver a intentarlo para alcanzar el éxito. Ori and the Blind Forest, gran juego Se combina en todo momento plataformas con enfrentamientos de una forma magistral, gracias también a un diseño de niveles que solo se puede calificar como perfecto, estando calculado al milímetro hasta el último elemento o plataforma. Destacar también el magnífico control de Ori, que responde con una gran naturalidad y precisión a todas nuestras acciones, algo fundamental en un título de plataformas. Estamos, por tanto, hablando de una jugabilidad sobresaliente, al que no hemos podido poner ni un solo pero. Además, estamos hablando de una aventura de una duración considerable, que dependerá mucho de nuestra habilidad y experiencia con el género, pero que nos puede llevar fácilmente 15 horas completar. Además, la rejugabilidad está más que asegurada si queremos completar el juego al 100% y obtener logros muy exigentes como el que nos "anima" a terminar la aventura en menos de 3 horas. Ori and the Blind Forest, características

Gráficos de Ori and the Blind Forest

Poco se puede añadir ya a todo lo que hemos dicho a lo largo del análisis. Ori and the Blind Forest es una obra de arte en movimiento, un título que nos fascinará por su magnífico estilo artístico que nada tiene que envidiar al de las mejores películas de animación clásicas. El enorme bosque que da vida al juego es de una belleza inusitada, con una recreación de árboles, vegetación y el resto de elementos fascinante. Los efectos especiales y la increíble iluminación no hacen más que engrandecer el trabajo global. El diseño de Ori no podría ser mejor, hasta el punto que estamos hablando de uno de los protagonistas más entrañables, vivos y encantadores de toda la historia de los videojuegos. El resto de criaturas, enemigas o no, que pueblan este mundo de fantasía cuentan con el mismo tratamiento y mimo por el detalle. Mención especial para las fabulosas animaciones de todos los personajes, en especial de nuestro pequeño héroe, que ofrecen una naturalidad y suavidad admirables. Gráficos de Ori and the Blind Forest

Sonido de Ori and the Blind Forest

La guinda al pastel la pone un apartado sonoro exuberante, con una de las mejores y más bellas bandas sonoras que hemos disfrutado nunca. Una auténtica delicatessen para nuestros oídos, que rápidamente nos trasladará a un mundo mágico, con una gran selección de temas increíbles que son el mejor acompañamiento posible a esta aventura. Los sonidos de corte minimalista, voces y gritos de los personajes (hablan en un lenguaje inventado) son igualmente de un gran nivel. Sonido de Ori and the Blind Forest

Conclusión de Ori and the Blind Forest

Como os hemos ido contando a lo largo del análisis, Ori and the Blind Forest es uno de esos juegos especiales que tenemos la suerte de disfrutar cada bastante tiempo. Una de esas joyas que, además, llegan sin hacer mucho ruido pero terminan por hacerse un hueco en el corazón de todo buen jugador. Moon Studios ha demostrado con su primer título que son un pequeño estudio, pero repleto de calidad, creatividad, grandes ideas y muchísimo talento. Sólo de esa manera se puede entender que en su debut nos ofrezcan una joya de este calibre, una auténtica obra de arte en movimiento que nos cautivará de principio a fin como pocos títulos han conseguido. Su brillante y precioso apartado visual y artístico esconde una maravillosa aventura de plataformas, con una jugabilidad exquisita y un nivel de adicción altísimo. Un reto a la altura incluso de los jugadores más experimentados, que se encontrarán con un juego que tiene la capacidad única de sorprender a cada momento con nuevas mecánicas y situaciones. En definitiva, estamos ante uno de esos títulos que será recordado como uno de los mejores de la actual generación que acabamos de comenzar, una de las más brillantes experiencias de los últimos años; un viaje que nos llevará por un mundo de fantasía fascinante, una obra mayúscula que ningún jugador se debería perder. Resulta difícil encontrar un juego que roce la perfección en todos sus apartados. Pues bien, Ori and the Blind Forest lo consigue. ¿Qué os parece nuestro análisis de Ori and the Blind Forest?

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