

Análisis a fondo de Divinity: Original Sin - Enhanced Edition
Así, después de cuatro largos años de duro trabajo, y con la citada ayuda económica que ofrecieron los usuarios a través de Kickstarter, el juego se lanzaba al mercado cumpliendo con todas las promesas que Larian había realizado durante toda la fase de desarrollo del juego. El estudio belga por fin lograba hacer realidad su sueño: ofrecer un juego que estuviera a la altura del mítico Ultima VII, pero al mismo tiempo se convirtiera en un nuevo referente para las futuras producciones. Y es que el clásico de Origin siempre sirvió de inspiración a la hora de crear Divinity: Original Sin, algo lógico si tenemos en cuenta que se trata de uno de los mejores juegos del género de toda la historia. Pero la sorpresa fue mayúscula al comprobar que el 'discípulo' superaba a su maestro. Los propios responsables de Larian siempre han manifestado su admiración por la gran obra de Richard Garriot, pero al mismo tiempo dejaron claro que querían dotar a su título de su propia identidad con la inclusión de multitud de elementos propios que enriquecen la fórmula jugable, con especial mención para uno de los mejores y más brillantes sistemas de combate que hemos disfrutado en título de rol alguno. Estos enfrentamientos, que se desarrollan por turnos y que presentan multitud de variables, son uno de los grandes alicientes de esta producción por la enorme profundidad jugable que aportan lo adictivo que llega a ser este sistema. Aunque hablaremos más adelante de este sensacional sistema de combate, debemos destacar que éste sigue el esquema básico del resto del juego, es decir, de ofrecer una total libertad al jugador a la hora de desarrollar sus tácticas y poner en práctica toda clase de estrategias, para lo cual aporta un sinfín de posibilidades. Aunque no tiene que ver directamente con el apartado jugable, Divinity desetacar por el grandísimo sentido del humor que destila en todo momento, no sólo en sus maravillosos diálogos, sino también con multitud de momentos realmente hilarantes que nos harán soltar más de una carcajada. Al igual que sucedía en muchos de los mejores títulos de los 80 y 90, ese sentido del humor resulta también clave para entender lo especial que llega a ser esta obra.
















