

Ubisoft repite la misma jugada que ya hizo con Far Cry 3 y Blood Dragon, esto es, lanzar a los pocos meses del título principal una aventura diametralmente diferente que explora nuevos horizontes para la exitosa franquicia. Sin embargo, en esta ocasión se huye del humor y la parodia que caracterizaba al magnífico Far Cry 3 Blood Dragon, y se apuesta por una historia mucho más realista, cruda y "seria" en Primal. Eso sí, se mantiene el concepto de mundo abierto al más puro estilo 'sandbox', solo que en esta ocasión los enemigos fuertemente armados y los vehículos de todo tipo son sustituidos por animales salvajes como mamuts gigantes, tigres dientes de sable o perros salvajes, así como una serie de tribus que se enfrentan con el único objetivo de sobrevivir en un entorno muy hostil repleto de peligros.
En esta ocasión la serie realiza un viaje de 10.000 millones de años para situarnos en plena Edad de Piedra, una época apasionante que nos permitirá descubrir el estilo de vida de los primeros hombres, que se jugaban la vida cada día para cazar los más temibles enemigos y demostrar al resto de tribus quién ostentaba el poder en ese territorio. Un punto de partida de lo más apasionante y pocas veces visto en el mundo de los videojuegos, siendo éste uno de los principales alicientes de esta entrega de la ya veterana franquicia. Una apuesta arriesgada que conlleva la inclusión de nuevos conceptos jugables, aunque manteniéndose fiel a la saga, ya que seguiremos contando con una total libertad a la hora de movernos y afrontar toda clase de misiones, tareas y objetivos secundarios.
Pero, sin lugar a dudas, el gran acierto de Far Cry Primal es adaptar las mecánicas que todos conocíamos de los títulos principales a un mundo completamente diferente, pero que resultará muy familiar a todos los habituales de la serie. Así, la observación del entorno y de las rutinas de los enemigos, la exploración de los escenarios para hallar lugares importantes o la recolección de suministros seguirán siendo claves. Sólo que ahora pasamos de la acción más visceral y directa a un enfoque mucho más pausado, que premia el sigilo, la infiltración y aprovechar el entorno para pasar desapercibidos, ya que en la mayoría de ocasiones estaremos en clara inferioridad numérica, y eso sin contar que ahora no solo tendremos enemigos humanos, sino que también podremos ser atacados en cualquier momento por toda clase de fieras. Eso sí, podremos utilizar nuestro ingenio para conseguir la ayuda de estos animales, ya sea aprendiendo a domarlos o consiguiendo que ataquen antes a los miembros de otras tribus antes que a nosotros.
Los peligros nos acecharán en todo mometo en un mundo en el que nosotros somos la presa. Eso sí, con nuestra habilidad y astucia podremos convertirnos en un depredador insaciable que luchará por su supervivencia y el resto de miembros de su tribu. Far Cry Primal nos invita a vivir de lleno una época de la historia en la que la supervivencia de la raza humana es el único objetivo. Nos moveremos por un inmenso mundo abierto de enorme belleza, con entornos increíbles que, sin embargo, esconden en su interior toda clase de bestias enorme y encuentros salvajes impredecibles.


Análisis a fondo de Far Cry: Primal
El juego recrea con gran realismo y crudeza la Edad de Piedra, una época repleta de peligros, intensos enfrentamientos cuerpo a cuerpo y aventuras sin límite que hacen que llegar al final del día con vida sea toda una hazaña. Son los mamuts gigantes, los tigres dientes de sable y otros animales feroces los que dominan la Tierra, y el hombre en muchas ocasiones es el codiciado alimento que buscan el resto de criaturas. Somos los únicos supervivientes de nuestro grupo de caza, lo que nos obligará a sobrevivir por nosotros mismos, para lo cual deberemos ir aprendiendo a crear un arsenal rudimentario pero igualmente mortífero, enfrentarnos a los más feroces depredadores y, también, a demostrar que somos más inteligentes que las tribus enemigas si queremos conquistar la tierra de Oros y así convertirnos en el superdepredador que lidere la lucha contra la extinción de la humanida.
La historia comienza cuando nuestro grupo se encuentra cazando mamuts, sin percatarse del ataque de los impresionantes tigres que acabarán con la vida de todo nuestro grupo, salvo con la de nuestro protagonista, Takkar, un veterano cazador que, a partir de ese momento, tendrá un único fin: luchar por sobrevivir en un mundo en el que nosotros somos una presa muy apetecible para el resto de criaturas.
Poco a poco encontraremos a nuevos miembros de nuestra tribu, lo que nos permitirá seguir creciendo como grupo, al mismo tiempo que aprendemos a crear nuevas herramientas y armas y perfeccionamos nuestras habilidades que nos permitirán ser mucho más fuertes y peligrosos. Será la única manera de intentar liderar a nuestro grupo frente a los peligros que nos acechan en este mundo. Una historia que se nos irá contando mediante escenas de gran calidad realizadas con el mismo motor del juego, aunque se utilizará un lenguaje inventado en todos los diálogos que podremos seguir gracias a los subtítulos traducidos en castellano. Aunque como es habitual en nuestros análisis, no os queremos desvelar más detalles de la historia, sí que nos gustaría destacar el empeño puesto por el estudio para ofrecer una trama sumamente interesante, que contará con importantes giros y hasta toques espirituales-mágicos que casan muy bien con una época en la que los primeros hombres se movían mucho por los mitos, creencias y supersticiones.


Conoceremos a toda clase de singulares personajes que nos ofrecerán su ayuda para sobrevivir a los peligros que acechan en el mundo salvaje, pero también deberemos enfrentarnos a tribus enemigas y depredadores que buscan erradicarnos a nosotros y nuestros aliados. En esta Edad de Piedra lo que prima es la irreverencia, la violencia y el caos, lo que nos obligará a convertirnos en unos superdrepredadores. Poco a poco, Takkar irá aprendiendo a crear y utilizar nucas armas y utensilios creados con los huesos de los animales que matemos y otros recursos que recolectemos en este mundo. El uso del fuego jugará también un papel fundamental, ya que nos permitirá crear hogueras, prender fuego al terreno u edificaciones, pero también nos permitirá ampliar nuestras opciones tácticas, ya que podremos prender fuego a nuestras armas y así asustar a las bestias de la noche o crear grandes incendios que rodeen a los enemigos. La recreación de este elemento vuelve a ser sublime como llevamos viendo en la saga desde la segunda entrega, sólo que en esta ocasión juegan un papel mucho más importante en el desarrollo de la aventura.
Todas las acciones que realicemos en este mundo tienen sus consecuencias, de ahí que deberemos pensar muy bien las tácticas que desarrollamos y analizar muy bien el terreno para obtener ventajas competitivas. Así, podremos ocultarnos entre los arbustos y acabar silenciosamente con los miembros de otras tribus o acabar desde la lejanía con nuestro arco, por citar solo algunos ejemplos. Del mismo modo, debemos tener en cuenta siempre que todos los seres dejan rastro de sangre si son atacados o su propio olor puede alertar a otros depredadores. Estas situaciones nos obligan a estar con mil ojos en todo momento porque en cualquier momento podemos ser sorprendidos y rodeados por un grupo de animales deseosos de convertirnos en su merienda. Asimismo, podremos provocar que estos animales asalten zonas controladas por otros animales, ya sea con algún cebo o dándoles alguna orden si previamente los hemos domado.
Mientras nos movemos por las exuberantes llanuras y montañas de Far Cry Primal, nos deberemos enfrentar a un sinfín de desafiantes peligros y vivir intensas aventuras que nos irán desentrañando la historia del juego. Y mientras progresamos, iremos desbloqueando nuevas y más letales armas, al mismo tiempo que desarrollamos nuevas habilidades que nos convertirán en una máquina de cazar y matar.


El mapeado está repleto de recursos y una exuberante naturaleza que podremos aprovechar siempre para obtener suministros o herramientas nuevas que nos permitan enfrentarnos al resto de humano y animales que buscan también demostrar su supremacía sobre el resto. La salvaje tierra de Oros resulta simplemente fascinante con sus bosques de secoyas, sus imponentes montañas, las verdes llanuras, la dura taiga o los húmedos pantanos. Cada una de estas zonas cuentan con sus propios peligros, recursos y desafíos, además de un gran número de misiones y tareas para realizar. Un escenario natural impactante que se encuentra poblado por todo tipo de enemigos: ciervos, peligrosos lobos gigantes, tigres dientes de sable, perros salvajes, mamuts lanudos y toda clase de animales gigantescos que habitaban la Tierra durante la Edad de Piedra. Los seres humanos se encuentran en el nivel más bajo de la cadena alimenticia, lo que les obligará a luchar cada día por sobrevivir no sólo al ataque de esta megafauna, sino también de las belicosas tribus enemigas.
Ubisoft ha trabajado muy duro para mejorar la excelente fórmula que ya disfrutamos en las dos últimas entregas de Far Cry, pero desde un punto de vista completamente diferente. Un título de acción en primera persona que sustituye los disparos, exposiciones y vehículos por enfrentamientos viscerales con rudimentarias armas realizadas a mano contra animales y tribus salvajes. Lo que no va a cambiar es la total libertad que tiene el jugador a la hora de moverse por unos escenarios inmensos, de una belleza sin igual, y de afrontar las misiones y cientos de tareas que ofrece el juego.
Primal se asienta sobre las bases del magnífico Far Cry 4, lo cual es todo un acierto teniendo en cuenta que estamos hablando de uno de los mejores juegos de acción de la nueva generación de consolas y PC. Pero nos traslada hasta le prehistoria para introducir nuevos conceptos jugables y una ambientación apasionante que nos atrapará desde el primer momento. De hecho, el resultado final es tan satisfactorio que en esta ocasión bien podríamos hablar de una nueva entrega principal, tanto por el número de novedades como por la duración de un juego que no se ha conformado con adaptar la fórmula de mundo abierto a una época diferente, sino que introduce importantes novedades jugables respecto al esquema que todos conocemos de la franquicia.


Sus responsables han buscado conceder toda la importancia de Primal a su campaña, de ahí que sea el único contenido disponible, prescindiendo del cooperativo que ya vimos en la cuarta entrega. El motivo de esta decisión es lógico, si tenemos en cuenta que se quiere reflejar la lucha por la supervivencia que se vivió en aquella época, una sensación que se podría perder con la ayuda de un segundo jugador. En cualquier caso, la campaña ofrece multitud de motivos para mantenernos enganchados durante decenas de horas con este título. De hecho, el mapa irá mostrándose poco a poco, desvelando un número elevadísimo de misiones principales y secundarias, así como tareas de liberación, de caza y mucho más. Explorar hasta el último rincón de los escenarios nos permitirá no sólo acumular recursos y encontrar toda clase de secretos o escenarios ocultos, sino que nos permitirá obtener beneficios para nuestra aldea. Precisamente, las tareas que vayamos realizando nos permitirán hacer crecer nuestra aldea, que irá prosperando y viendo crecer su población.
También conoceremos una serie de personajes secundarios que jugarán un papel fundamental ene la historia, ya que nos permitirán obtener nuevas habilidades que deberemos utilizar si queremos progresar. Así, nos encontraremos con un chamán que nos enseñará alguna habilidad especial pero también con el domador de animales que nos permitirá aprender técnicas para domar a las principales bestias.
Las misiones principales nos han sorprendido por su variedad y lo bien planteadas que están, ya que poco a poco nos irán obligando a utilizar los nuevos recursos y habilidades que hayamos aprendido. Se nos irán mostrando con escenas cinemáticas de un nivel técnico soberbio y una gran dirección artística. Pero tampoco faltan un sinfín de secundarias que se encuentran repartidas por el inmenso mapeado -tanto o más grande que el que disfrutamos en Far Cry 4-. Asimismo, como es habitual ya en la franquicia, no faltan la inclusión de un gran número de eventos aleatorios que irán surgiendo mientras nos desplazamos por los escenarios y que, sin lugar a dudas, permiten dotar al desarrollo de un gran dinamismo. Peleas entre las distintas facciones, cazar alguna especie animal, liberal a miembros de nuestro poblado o escoltarlos hasta un determinado lugar donde puedan mantenerse a salvo.


Si por el día este bellísimo mundo prehistórico nos golpeará fuerte con su violencia, es por la noche cuando nos toparemos con peligros aún mayores, ya que será entonces cuando los enemigos serán mucho más duros y peligrosos, lo que nos obligará a ser sumamente cuidadosos si queremos sobrevivir. Al estilo de lo que ya sucedía en el genial Dying Light, cuando se pone el sol harán acto de presencia los animales más duros y la dificultad será mucho mayor. Si no contamos con un importante arsenal y nos movemos con cuidado, seremos una presa muy fácil. Por lo que será vital siempre no estar lejos de una zona segura como puede ser nuestra aldea, un campamento o una hoguera. El fuego será nuestro principal aliado por la noche, no sólo porque nos permitirá ver lo que nos rodea, sino porque también nos permitirán mantener a distancia a todas las criaturas. El grado de tensión que genera el juego cuando nos movemos por la noche es total, hasta el punto que sentiremos una sensación de peligro constante. Sólo las fuentes de luz como pueden ser las antorchas nos darán un poco de seguridad, pero siempre con el miedo de que la llama de apague en el peor momento.
La ambientación conseguida en Primal es sublime, hasta el punto que en todo momento nos sentiremos como un ser indefenso en medio de un mundo repleto de peligros en el que la muerte es un hecho normal que se da con total naturalidad. La complicada orografía y la recreación de las más adversas condiciones climatológicas no hacen más que reforzar la lucha por la supervivencia que caracteriza a esta entrega. Un gran número de retos que hacen de esta aventura especialmente exigente, en especial si nos decantamos por lo niveles de dificultad más elevados. Nuestro consejo es que optéis por los modos más altos, ya que nos permitirán disfrutar de una una experiencia increíble, un desafío incluso para los jugadores más experimentados.
Centrándonos en su jugabilidad, como ya hemos señalado anteriormente, los disparos aquí, lógicamente, desaparecen y ceden su protagonismo a los intensos combates cuerpo a cuerpo y el uso de armas rudimentarias como lanzas, arcos y flechas o garrotes, entre otras. Una vez más, el juego nos da total libertad a la hora de optar por los ataques a distancia o los enfrentamientos directos que también nos recordarán al citado Dying Light. Estos últimos resaltan el carácter violento del juego, con una serie de movimientos muy rotundos que nos permitirán acabar con los enemigos (sobre todo si son humanos) de dos o tres garrotazos bien dados. Una lucha muy primitiva que huye de toda clase de movimientos fantásticos que no pegarían nada con un juego de estas características.


Sin embargo, los mejores momentos nos los dan los enfrentamientos a distancia, gracias a la utilización de todo tipo de flechas, lanzas y otras armas arrojadizas que nos permitirán acabar con los enemigos sin ser descubiertos ni levantar sospechas. A todas las armas accedemos de forma muy cómoda a través de una rueda desplegable desde uno de los botones superiores. Desde se mismo menú rápido podemos prender de fuego las armas o crear nuevas armas. En todo momento deberemos construir nosotros con nuestras propias manos todas las herramientas, armas y su munición. Y, según vayamos progresando en la aventura, iremos desarrollando modelos más sofisticados, como flechas dobles o bombas de abejas. De ahí que la exploración de los escenarios sea ahora más importante que nunca, ya que será la manera también de obtener nuestros recursos ya sea de las plantas o la generosa fauna que habita en estas tierras.
En nuestra opinión, los citados combates a distancia nos dejan los mejores momentos del juego, ya que nos permiten elaborar nuestra propia estrategia, infiltramos entre el follaje de los escenarios e ir acabando desde zonas elevadas con los enemigos con certeros flechazos en la cabeza. El sistema de apuntado responde a la perfección, con una sensación de pesadez y la lógica falta de precisión de unas armas tan rudimentarias, pero al mismo tiempo con un sistema de enfoque muy acertado.
Eso sí, debemos tener muy presente la época en la que se ambienta el juego, por lo que la violencia total será una constante no sólo entre seres humanos, sino contra y entre los propios animales que pueblan estos bellos escenarios. Es más, si queremos sobrevivir en este mundo, deberemos cazar y despellejar a numerosos animales para comer, fabricarnos herramientas y nuevas armas. Por suerte es un juego, y no hace falta rasgarse las vestiduras, pero avisados estáis.


Pero no todo va a ser acabar con las criaturas salvajes, sino que en cierto punto de la historia aprenderemos a amaestrarlas y así lograr su ayuda o utilizarlos a nuestro antojo. El número de bestias que podremos adiestrar supera la veintena, cada uno con sus propias habilidades que podremos aprovechar haciendo uso de una serie de sencillas órdenes. Esta novedad que se introduce en la saga nos ha encantado, ya que permite elaborar multitud de estrategias para una misma situación, invitando al jugador a que pruebe combinaciones distintas y observar sus resultados. Estos animales nos podrán seguir, cubrirnos, dirigirse hacia un punto que les indiquemos o atacar al objetivo que le hayamos señalado previamente.
La inclusión de estas criaturas salvajes adiestradas aporta una nueva vertiente táctica al juego, que le sienta de maravilla y más si tenemos en cuenta que los escenarios naturales nos permiten sacar ventaja de sus habilidades. Lobos, tigres, búhos, osos o lobos son solo algunos de los depredadores que podemos domesticar haciendo uso de nuestros poderes místicos y de cebo que les atraiga en algunos casos. Como ya hemos señalado, cada uno de ellos posee unas habilidades concretas y unos puntos fuertes que les hacen más o menos convenientes para una situación. Asimismo, podremos viajar por este mundo a lomos de algunas de estas bestias y también podremos ver a través de sus ojos. Eso sí, nos deberemos preocupar de su cuidado, por lo que deberemos alimentarlos si vemos que su energía ha descendido.
El carácter espiritual de esta entrega se ve remarcado también por la visión de cazador que podremos activar durante unos segundos con tan sólo pulsar el stick derecho. Su utilización es voluntaria (nuestro consejo es que no lo utilicéis salvo en casos puntuales) y nos permite obtener una visión especial que nos resalta todo aquello que puede resultar de interés, como plantas o animales, pero también el rastro de sangre o el olor que dejan algunas criaturas, de manera que facilita también su caza.


En nuestro peligroso viaje por este mundo salvaje deberemos también estar pendientes de nuestra salud, que sólo se regenera de manera parcial con el tiempo, por lo que deberemos ingerir alimentos y plantas para recuperar los segmentos perdidos del medidor.
Otro de los grandes alicientes de la aventura es que se introducen de manera constante nuevas situaciones y elementos jugables como nuevos animales para domesticar o 'gadgets' tan útiles como un gancho que nos permitirá alcanzar zonas elevadas, descender sin peligro desde grandes alturas o balancearnos para alcanzar un lugar que parecía inaccesible. Y así podremos alcanzar nuevas zonas del mapeado que a su vez nos permitan descubrir nuevas misiones o eventos aleatorios que dotan de una gran variedad al desarrollo de una campaña sumamente divertida que, además, cuenta con una duración de entre 30 y 40 horas, cifra aún mayor si queremos descubrir todos los secretos y completar todas las tareas.


Gráficos de Far Cry: Primal
A nivel visual, estamos ante un videojuego espectacular, tanto en Xbox One y PS4 como PC, gracias sobre todo a una dirección artística magnífica. Esta entrega luce a un nivel muy alto gracias a la inclusión de resoluciones muy elevadas (1080p en consolas y hasta 4K en compatibles). Mención especial para todos los escenarios, que resultan impresionantes por su belleza y por lo vivos que resultan. Se ha multiplicado el número de personajes en pantalla, añadido movimiento en la vegetación, efectos de todo tipo y un tratamiento exquisito de la luz, con un ciclo día/noche en tiempo real que nos deja algunas postales sumamente bellas. El modelado de todos los personajes y criaturas salvajes resulta soberbio, así como el antialiasing aplicado, que impide la presencia de los tan molestos dientes de sierra
El juego se mueve con una fluidez envidiable, a unos 30 frames estables en todo momento en consolas, transmitiendo una suavidad total en las escenas de acción y a la hora de movernos por este mundo prehistórico. Estamos ante uno de esos juegos en el que te paras en más de una ocasión para deleitarte con sus paisajes y el tremendo colorido que muestran. Las texturas son otro elemento que ha contado con un tratamiento especial, mostrando una gran definición.
Por último, destacar la fabulosa ambientación que nos permite sentirnos como si realmente hubiéramos viajado hasta la Edad de Piedra, con sus tribus, cuevas, escenarios salvajes y toda clase de peligrosas bestias.


Sonido de Far Cry: Primal
Aunque solo hace acto de presencia en determinados momentos, la banda sonora nos ha sorprendido por su gran calidad, con temas étnicos y que casan muy bien con la ambientación que se nos quiere transmitir. Por su parte, los efectos de sonido son especialmente impactantes cuando nos referimos a los sonidos y gritos de las distintas criaturas. Se nota que Ubisoft ha cuidado sobremanera este apartado, ya que juega un papel muy importante incluso en la jugabilidad, ya que será fundamental detectar las fuentes de sonido para establecer nuestras propias tácticas de combate. Los personajes hablan en un idioma inventado que busca simular la lengua de aquellos primeros hombres, aunque la historia la podremos seguir perfectamente gracias a los subtítulos en español.


Conclusión de Far Cry: Primal
La serie Far Cry viaja en el tiempo miles de años para llevarnos hasta la Edad de Piedra, una época repleta de criaturas salvajes y tribus enfrentadas que luchaban de manera encarnizada para sobrevivir. Un mundo tremendamente peligroso que ha sido recreado con absoluta maestría en Primal, invitando al jugador a ponerse en la piel de un cazador que deberá luchar para convertirse en un auténtico depredador que conquiste la tierra de Oros.
Con una cuidada ambientación y una magnífica dirección artística, Far Cry: Primal mantiene el concepto de mundo abierto que caracteriza a la serie, con una total libertad para el jugador, pero introduciendo nuevos conceptos jugables perfectamente desarrollados y que dotan de una mayor variedad a la campaña. La posibilidad de domar a multitud de depredadores, la fabricación de nuevas herramientas y armas, así como la infiltración y el sigilo juegan un papel fundamental en esta soberbia aventura de acción en primera persona que, además, nos sitúa en una época sumamente atractiva.
El brillante apartado audiovisual y la gran variedad de situaciones que presenta la campaña son los otros dos pilares sobre los que se asienta la nueva obra de Ubisoft, que mantiene el mismo altísimo nivel del resto de episodios de la serie. Una experiencia única, sumamente recomendable para todos los amantes de la saga, pero también para los que buscan una propuesta diferente dentro del género.
¿Qué os ha parecido nuestro análisis de Far Cry: Primal para Xbox One, PS4 y PC? Estamos deseando leer vuestras opiniones, comentarios, críticas, dudas y/o preguntas que nos queráis hacer.
Muy buen análisis… La saga far Cry se va superando con cada nuevo juego!