

Escena del Mario Party 8 para Wii
Mario Party aterriza en Wii y su principal novedad, cómo no, es el uso del mando. El juego tiene las mismas bases que entrega tras entrega han ido dando cuerpo a esta franquicia de Nintendo que tantos éxitos ha cosechado y ha tantas generaciones ha entretenido entre setas, saltos, y aventuras en el modo multijugador. Ahora, con la llegada del Mario Party 8 a la Wii, encontraremos un tablero como siempre, y se jugará por turnos. Tirando los dados vamos avanzando poco a poco y, dependiendo de la casilla en que caigamos, se inicia un evento diferente, generalmente un minijuego en el que tendremos de competir con los demás participantes de la partida. El objetivo es ir venciendo en las diferentes pruebas y acumular monedas y estrellas (algo clásico en el Mario). Gráficamente, los Mario Party nunca se han caracterizado por explotar la plataforma en la que se ejecutan y esta octava parte no es una excepción. No obstante, sí existe un cierto salto cualitativo respecto a su predecesor sobre todo en los modelados y también en otros detalles y efectos como la iluminación y el agua. En cambio, uno de los temás que más problemas le está dando a Wii, las texturas, seguirán prácticamente igual. Se ha aprovechado para modificar la cámara y ahora será mucho más cercana mientras estemos en el tablero, ofreciendo de paso alguna curiosidad aprovechando esta nueva perspectiva. Ahora ya no se ven a los personajes desde arriba sino que nos situamos al lado suyo. El sonido tampoco será algo tremendamente sorprendente como la mayor parte del juego. Tanto la música como los efectos son los que estamos acostumbrados en otras sagas. Eso sí, por primera vez hace acto de presencia un mando con altavoz y se hará uso de él para, por ejemplo, indicar quién es el siguiente participante y algunas otras acciones más en los diferentes minijuegos. Un juego en el que encontraremos pruebas de todo tipo: desde tener que esquiar hasta derrumbar una estatua a puñetazos o diaparar Boos a una casa encantada. Mario Party 8 será imprescinble en la colección de viodejuegos de aquellos enamorados de los clásicos, pero también de las nuevas aventuras.