

Y es que desde que iniciamos Outland nos damos cuenta que estamos ante una joya, original y que atrapa al jugador desde el primer momento. Un ejemplo brillante de como no hace falta disponer de grandes medios para realizar juegos sobresalientes. Nos vamos a encontrar con un título que destila magia por todos sus poros y que enamora por su estilo gráfico, su jugabilidad sencilla pero llena de posibilidades y una mezcla de estilos que nos va a recordar a grandes sagas como Prince of Persia, Metroid o Castlevania, pero siempre conservando una personalidad propia.
Una breve introducción sirve de explicación de la historia que vamos a vivir con nuestro misterioso personaje protagonista. El juego nos sitúa hace 30.000 años en la búsqueda de un vidente que nos pueda explicar las visiones que sufrimos. A partir de ese momento tomaremos el control del personaje, sin saber todavía muy bien que es lo que tenemos que hacer. Sin embargo, el juego nos va a ir poco a poco mostrando los distintos aspectos, posibilidades y matices del control. Para ello, nos irán apareciendo distintas situaciones, pero siempre de forma natural y dentro del propio desarrollo de la aventura, en las que se nos mostrarán de manera sobreimpresionada en la pantalla los botones que debemos apretar para salvar los peligros. Así, y sin casi darnos cuenta, empezaremos a dominar todo lo que necesitamos saber para jugar. Pero no nos podemos dejar engañar, porque el juego ofrece una gran cantidad de situaciones y retos distintos que van a exigir de nosotros bastante habilidad: deberemos afrontar luchas con espadas, zonas de plataformas, resolución de puzzles o superar trampas de todo tipo.


Una de los grandes atractivos de Outland es esta mezcla de estilos y situaciones que consiguen que el jugador se enganche de forma rápida y quiera seguir avanzando para ver que es lo que le espera más adelante. Además, el juego introduce un elemento que lo hace aún más atractivo y que dará mucho juego durante todo el desarrollo: los espíritus. Una genialidad que se han sacado de la chistera los desarrolladores. Un concepto sencillo pero que ofrece infinitas posibilidades. En algunos momentos de la historia deberemos ir cambiando de color mediante los botones superiores del pad. La correcta elección del color en cada momento será fundamental para superar distintos retos. Viviremos zonas de plataformas, en las que iremos intercalando entre los dos colores, exigiendo precisión y habilidad nuestra a la hora de elegir el color correcto que se corresponde con la plataforma. Este sistema dual de colores se utiliza también para numerosos puzzles, así como para enfrentarnos a enemigos que sufrirán mayor o menor daño en función de si utilizamos el color correcto o no.
Todas estas posibilidades y variedad que ofrece el juego lo convierten en un título adictivo como pocos. A ello ayuda también mucho unos escenarios llenos de secretos, mecanismos que activen las puertas y que exigirán que los recorramos más de una vez para encontrar la solución o la salida que no encontramos. La duración del juego, por esto mismo, es bastante considerable y más si tenemos en cuenta que es un juego arcade, por lo que vamos a poder disfrutar de bastantes horas de juego para nuestra aventura. Además, no es un juego fácil como pudiera parecer en un comienzo, sino que va complicándose según avanzamos, pero siempre sin llegar a desesperar a un usuario, que le costará dejar de jugar ante un reto tan adictivo y divertido como el que ofrece Outland. Por si fuera poco, vamos a poder disfrutar de la historia también con un maravilloso cooperativo, lo que multiplica aún más la diversión. También cuenta con una serie de modos arcade que ofrecen distintos retos al jugador, así como mucho contenido desbloqueable.


Artísticamente el juego es brillante, pareciendo en todo momento que estamos en un cuento con un diseño especial y muy atractivo. Especialmente, los diseños de los escenarios son brillantes, con un colorido y un estilo artístico único. Los efectos de luz ayudan a realzar un conjunto ya de por sí excelente. No podemos decir menos del protagonista y del resto de enemigos y personajes, que cuentan con diseños y animaciones de gran calidad. El apartado técnico se completa con una banda sonora preciosa y que acompaña de forma perfecta al juego, sabiendo remarcar los momentos más importantes con melodías que van desde lo suave hasta lo épico.
Poco más queda que añadir salvo que estamos ante uno de los mejores juegos arcade que vamos a poder descargar para nuestras consolas. Una propuesta distinta, original y tremendamente divertida, que se convierte por méritos propios en un auténtico juegazo. Por si fuera poco su reducido precio de 800 Ms Poins o 9,99 dólares si lo compramos en la Store lo hace realmente irresistible. Un juego con sabor a los clásicos arcades, pero adaptado a los nuevos tiempos en un envoltorio de auténtico lujo.
Tiene pinta de estar muy entretenido. Sobre todo visualmente pinta excepcional, se nota que se lo han currado un monton 🙂
juegazo!! este me lo compro
Gracias por esta informacion, en serio.
Pues buena pinta si que tiene. Estoy algo apretado ultimamente, pero 800 MS se consiguen poniendo monedas en la ucha un par de días.
Me gusta la estética del juego y ese estilo «Ikaruga» que tiene de tener que cambiar el color dependiendo de la situación o el momento.