Hard to be a God
13 marzo 2008 | Por alejandrocastellon
https://www.youtube.com/watch?v=dZHxY4mK2Pw
https://www.youtube.com/watch?v=dZHxY4mK2Pw Estamos acostumbrados a ver libros que se convierten en películas o películas que se convierten en videojuegos. El caso que vamos a tratar hoy en nuestro blog de videojuegos es distinto. Se trata de un libro que se ha convertido en videojuego, el título: Hard to be a God. Una novedad que no hemos querido dejar pasar por alto. Es sin duda, el hecho más destacado de este videojuego. El libro Hard to be a God ha sido todo un éxito en los países del norte de Europa. Sus autores, de nacionalidad rusa, son dos hermanos llamados Arkadi y Boris Strugatsky, que se han forjado con una fama importante en su país y en el resto de europa del norte, con numerosos libros de ciencia ficción que han triunfado. La apuesta por el mercado de los videojuegos por parte de los hermanos Strugatsky es clara, como muestra el juego. Podemos englobar Hard to be a God dentro del género RPG, marcado con tintes medievales y con una perspectiva de futuro, ya que la Tierra posee un planeta de similares condiciones, muy parecido a la Tierra, llamado Arkanar, que será el que hay que explorar y descubrir. La trama es sencilla. Tendrás que encarnar a Rumata, un enviado de la Tierra que tiene que investigar a la sociedad de Arkanar. Tendrás que hacerte pasar por un soldado e ir aumentando el poder de tus armas gracias a la tecnología. Uno de los aspectos clave de Hard to be a God es la anacronía reinante en el devenir de la acción. A lo largo de tu estancia en Arkanar, te irás encontrando con rivales a los que tendrás que eliminar y distintos lugares y escenarios que tendrás que visitar. Hard to be a God está disponible para Pc. En el apartado de gráficos, no anda mal, teniendo en cuenta que se trata de un juego de ordenador; cuida muy bien todos los detalles y le da cierto realismo a la aventura que estamos viviendo. Este juego de rol, es una aventura que pondrá en práctica tu habilidad para convertirte en un dios, tal y como nos dice el título.
